Cada viaje en velero trae consigo la posibilidad de situaciones inesperadas – y aunque siempre te deseamos travesías seguras y placenteras, incluso los mejores capitanes a veces chocan con el muelle, rayan la quilla en el fondo del mar, o tienen un encuentro inesperado con... una boya. Y aunque nadie quiere pensar en tales cosas antes de zarpar, es importante saber qué hacer si ocurre un daño. Mantén la calma – no es el fin del mundo, y ciertamente no es el fin de tu carrera como navegante.
El daño al yate no es el fin del mundo – lo que importa es cómo respondes a ello. Y si algo te preocupa – estamos aquí para ayudar. Recuerda: no estás solo en el mar, incluso si eres el capitán por ahora.
Para reducir el riesgo de perder tu depósito, siempre recomendamos contratar un seguro de depósito antes de tu viaje. Es un pequeño gasto que puede ahorrar mucho estrés – especialmente en el caso de daños menores pero costosos.